El departamento de Susques, con cabecera en la localidad del mismo nombre, se encuentra situado en la región occidental de la Puna de Jujuy. Formó parte de la Gobernación de Los Andes hasta el 7 de septiembre de 1943, cuando el Gobierno nacional suscribió un decreto mediante el cual suprimía el Territorio de Los Andes, anexándolo a las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca; integrándose por ello el departamento de Susques a la provincia de Jujuy. Su límite norte es la línea recta del paralelo 23, que lo separa de los departamentos de Rinconada y Cochinoca; por el este limita con Cochinoca y la provincia de Salta; por el sur con Salta, y por el oeste con Chile. El departamento de Susques es uno de los más extensos, 9.199 km2, y despoblados, 3.757 personas (según datos provisionales del Censo 2010), de la provincia. Las localidades más importantes son Susques, Jama, Coranzulí, Catua, Huancar, Pastos Chicos, Puesto Sey, Olaroz Chico, El Toro y San Juan de Quillaques. La Ruta Nacional 52, que nace en proximidades de Purmamarca y termina en el Paso de Jama, límite con Chile, atraviesa todo el departamento. También pasan por Susques la rutas provinciales 16 y 74, que pronto serán parte de la nueva traza de la Ruta Nacional 40.
El departamento presenta un aspecto árido e imponente por la gran elevación de sus montañas, algunas de ellas cubiertas de nieves perpetuas. Como puntos más altos, al este, las Abras de Pastos Chicos y Cobres y los cerros Pircas, Rangel, Vicuñayoc e Incahuasi; todos se elevan a más de 4.000 metros de altura. El cordón montañoso del centro recorre Susques en la totalidad de su extensión, desde el cerro de Punta del Viento hasta los altos de Coranzulí, de 4.710 metros. Otras alturas muy elevadas son los cerros Lari, Morado, Bavaro, Cóndor y Tocal. Las montañas del oeste se inician en Huaitiquina y llegan hasta las proximidades de la Serranía de Zapaleri. Estas montañas, que pertenecen ya a la Cordillera de Los Andes, son las más elevadas, tienen prominencias que se elevan a más de 5.000 metros de altura y entre los picos que se destacan están los cerros Toronao, Bayo, Curutu, Pairique Grande y Pairique Chico, Lina y Coyambuyo. Entre las montañas del este y las del centro se extiende una gran llanura con ondulaciones que reciben las denominaciones de Sey, Pastos Chicos, Huancar y Lapao.
Entre el cordón Central y las montañas del oeste hay otra llanura mucho más extensa que la anterior. Presenta un aspecto más árido porque está a mayor altura y, especialmente, por la carencia casi absoluta de agua. Por otra parte, allí se encuentran los inmensos salares de Olaroz y Cauchari y también existen extensos yacimientos de bórax y salitre.
En Susques hay dos reservas naturales, la Reserva Provincial de fauna y flora Olaroz-Cauchari, creada por el Gobierno provincial en 1981 con la finalidad de salvaguardar el ecosistema en cuya fauna destaca la presencia de vicuñas y llamas de los salares de Olaroz y de Cauchari y la Reserva Provincial Altoandina de la Chinchilla, creada en 1992 y dedicada a la conservación y recuperación de la Chinchilla (Eriomis brevicaudata), la protección de vicuñas (Vicugna vicugna) y de numerosas aves.
Los ríos son escasos; los más importantes son el Pastos Chicos y el Coranzulí, que al unirse forman el Río de las Burras. El río Pastos Chicos nace en la localidad del mismo nombre, va de sur a norte por un recorrido de unos 75 kilómetros y posee un caudal de agua permanente. El río Coranzulí nace en las estribaciones de los cerros Tocón y Niño, pasa por la localidad que le da el nombre, sigue un curso de norte a sur y después de unos 60 kilómetros se une con el río Pastos Chicos. También existen pequeños arroyos y ríos que desembocan en los grandes salares de Cauchari y Olaroz. El más importante es el río Rosario, que nace en Rinconada y, después de recorrer de norte a sur alrededor de 80 kilómetros, vierte sus aguas en el Salar de Olaroz. Hay varias fuentes termales que son poco visitadas por estar lejos de los centros poblados. Las más conocidas son Agua Caliente de Coranzulí, a dos kilómetros del pueblo del mismo nombre y Agua Caliente de Tuzgle, situada próxima al camino que va de Sey a San Antonio de los Cobres.
A pesar de localizarse Susques en la zona intertropical -el Trópico de Capricornio lo divide en dos partes casi iguales- tiene un clima frío y seco, determinado por la altura, la proximidad de la Cordillera de Los Andes, la escasez de lluvias y la frecuencia de los vientos huracanados y glaciales que soplan del oeste durante casi todo el año. La temperatura media en el verano puede calcularse entre los 8º y 10º y en el invierno, de 0º a 3º; la máxima en el verano puede llegar hasta los 18º, y la mínima en invierno ronda los 20º bajo cero. Las lluvias son muy escasas (entre 150 y 180 milímetros anuales). Los vientos del oeste, originados en la propia Cordillera, son sumamente fríos. En el invierno son frecuentes las nevadas que cubren enormes extensiones y se conservan en forma perpetua en las cumbres de los cerros más elevados.
Las laderas de las montañas y las inmensas llanuras que forman su topografía, poseen, aunque no en gran abundancia, plantas silvestres que sirven como alimento para los rebaños de ganado lanar y cabrío y las tropas de camélidos. A pesar del clima y la aridez existe, a más de 4.000 metros de altura, una apreciable variedad de plantas forrajeras como la peludilla (Gamochaeta sp), la malva (Malva silvestris), la añagua (Adesmia), la canglla (Margyricarpus sp.) y la tolilla (Fabiana denudata), entre otras. Además de los cactus, hay gran cantidad de tola (Colletia ferox), que sirve como combustible.
En las reservas mencionadas más arriba viven tropas de hasta de 100 vicuñas. En el año 2005 se estimó en unas veinte mil la población de vicuñas de Susques. También existen, en poca cantidad, zorros colorados (Dusycion culpeus), guanacos (Lama guanicoe), vizcachas (Lagidium viscacia) y gatos andinos (Oreailurus jacobita); además de la llama (Lama glama), como animal doméstico. Entre las aves hay gran número de suris (Pterocnemia garleppi), flamencos andinos (Phoenicoparrus andinus) y flamencos de James (Phoenicoparrus jamesi) y, desde luego, el cóndor (Vultur gryphus), ave típica de las regiones andinas.