Huachichocana es un paraje poblado del departamento de Tumbaya localizado en la margen derecha del curso superior del rÃo Purmamarca, a unos 3200 metros de altura sobre el nivel del mar. El poblado consiste en un exiguo caserÃo, una capilla y la Escuela 93, de enseñanza primaria. La zona se considera aún Quebrada de Huamahuaca por estar al este de la divisoria de aguas que separa las dos regiones, Quebrada y Puna, de manera que el rÃo que fluye por la angosta quebrada de Huachichocana desemboca en el rÃo Grande. Hasta el poblado se puede llegar, fuera de la temporada de lluvias, por la Ruta Provincial 79. A partir de allà es posible continuar por un camino para animales hasta la localidad de El Moreno, camino que antiguamente también fuera para vehÃculos, pero que cayó en desuso con la construcción de la Ruta Nacional 52. De todas maneras sigue siendo paso obligado para acceder desde Purmamarca a los parajes de Encrucijada de Tascal, Huanta y Abra de Pibes. Existen distintas interpretaciones, siempre de origen quechua, sobre el topónimo Huachichocana: para Andrés Fidalgo significa el lugar donde se arrojan flechas; para Antonio Paleari quiere decir un ave, una especie de alcatraz, huérfano (o gaucho).
Huachichocana es conocido por su notable complejo arqueológico, ubicado unos dos kilómetros al oeste del poblado. Cinco cuevas y otros sitios con importantes hallazgos han sido descriptos en artÃculos especÃficos de este portal, basados en las investigaciones que desarrolló Alicia Ana Fernández Distel, principalmente en la década de 1970. Antes de eso, la importancia arqueológica del lugar solamente habÃa sido considerada en los trabajos de Eric Boman, Eric Von Rosen y Erland Nordenskiold, quienes lo habÃan visitado durante la Expedición Sueca Chaco-Cordillera (1901-1902).
Por tratarse de un lugar de paso, bastante conocido y de fácil acceso, las pinturas rupestres y otros muchos vestigios se hallan considerablemente dañados por la acción humana. Sin embargo, debido a algunas condiciones propias del lugar, los materiales perecibles desenterrados son de gran valor arqueológico debido a su notable grado de conservación, sobre todo en la Cueva III.