Juan Fernández Campero
Marqués de Yavi
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Juan José Feliciano Fernández Campero, también conocido como el Marqués de Yavi, nació en San Francisco de Yavi en 1777, dentro del Marquesado de Yavi o Tojo. En los tiempos coloniales, el marquesado se extendÃa abarcando territorios de Bolivia y Argentina, como los departamentos de Tarija, Chuquisaca, Tupiza, en suelo actualmente boliviano y, del lado argentino, los de Yavi, Orán, Casabindo, Cochinoca, y una gran parte del desierto de Atacama. Constituyendo el marquesado más grande de todo el Virreinato del RÃo de la Plata.
Los marqueses anteriores a Juan Fernández Campero habÃan amasado una gran fortuna como encomenderos de su dilatado territorio (lo que implicaba que los pobladores del marquesado debÃan pagarle impuestos en moneda o en trabajo), de la extracción de plata en las minas de Cochinoca, como asà también de la crÃa y venta de mulas, que por aquel entonces era el principal animal de transporte.  Â
Juan Fernández Campero era, además de Marqués de Yavi, Conde de Jujuy y Caballero de la orden de Calatrava. A comienzos de de la Revolución de Mayo de 1810 se mantuvo neutral intentando actuar como mediador entre las fuerzas beligerantes. La Asamblea de Año XIII prohibió todos los tÃtulos feudales y de nobleza en las Provincias Unidas del Sur. Sorprendentemente y, a sabiendas de esta noticia, el Marqués de Yavi se unió a las fuerzas revolucionarias, combatiendo bajo las órdenes de Güemes, del cual era pariente. El Marqués se encargó de la defensa de la Puna jujeña, al mando de unos seiscientos gauchos de la región a los que denominó como Ejercito del Perú. Las tropas estaban abastecidas y armadas por el mismo Marqués, quien no escatimó el aporte de sus riquezas para la causa revolucionaria. Además, creó su propia fábrica de pólvora, como asà también una pequeña fundición para la manufactura de sables. Por su participación en la Batalla de Salta, en la que las tropas de Belgrano obtuvieron una gran victoria, le fue dado el grado de coronel del Ejército del Norte. Pero su papel más destacado lo cumplió en el marco de las guerras gauchas. Su participación fue fundamental en la batalla de Puesto del Marqués, derrotando al ejército realista de Olañeta que pretendÃa invadir Jujuy desde la Puna. También tuvo una participación decisiva en la batalla de Colapayo. Dado a que el Marqués era el principal encargado de la defensa de la Puna Jujeña, participó en una gran cantidad de combates, fundamentalmente en la zona de Yavi y la Quiaca, que era el paso obligado de los ejércitos invasores para internarse en el camino de la Quebrada que desembocaba en la ciudad de Jujuy.
Por su actuación en la guerra fue, en febrero de 1815, ascendido al rango de Coronel Mayor. También fue elegido como senador para el congreso de Tucumán por la provincia de Chinchas. No llegó a asumir este cargo pues no pudo retirarse del frente de batalla. También recibió otra muestra de gratitud del gobierno revolucionario cuando se le permitió conservar su marquesado y su tÃtulo de Marqués, única excepción junto con la de Saavedra, quien habÃa sido nombrado Conde de Buenos Aires y la del Barón de Holmberg, quien colaboró estrechamente con Belgrano en sus campañas del norte.
En noviembre de 1816, mientras participaba de una misa en Yavi, el Marqués fue capturado sorpresivamente por los realistas. Fue llevado Lima para ser juzgado y torturado, pues se trataba, paradójicamente, de un noble que habÃa peleado contra la corona que le habÃa dado su tÃtulo y asegurado su poder y su status. Todos los generales revolucionarios intentaron negociar su rescate, pero no tuvieron éxito. De Lima fue trasladado a Panamá y de ahà a Jamaica, donde murió el 22 de octubre de 1820, a causa de la secuela de los tormentos que habÃa sufrido.
El marqués de Yavi fue uno de los pocos nobles que luchó a favor de la causa independentista en América, anteponiendo sus ideales libertarios por sobre sus intereses económicos y su status social. (G.L.) Â
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